Uno de los acontecimientos más destacados de España son las Fallas de San José, de la Comunidad Valenciana. El origen de estas fiestas se remonta al siglo XVIII cuando los carpinteros, en vísperas de la celebración de su patrón San José, quemaban los diferentes artilugios que ya no les eran útiles, junto con los elementos de madera que les servían de iluminación durante los meses de invierno.
Los materiales combustibles que se empleaban para quemar los distintos artilugios recibían el nombre de fallas. Con el paso de los años, el significado de esta fiesta ha ido evolucionando, cargándose de un gran sentido crítico e irónico. ¿Por qué crítico?, te preguntarás. Porque se mostraban y, a día de hoy se siguen mostrando, en los edificios valencianos escenas que representan problemas sociales que se pretenden reivindicar.
Ambiente cargado de emoción
Si uno trata de alojarse en Valencia en las festividad de San Juan, podrá percibir un ambiente cargado de emoción y tradición. En el siglo XIX, se prohibían las fiestas como el Carnaval o las Fallas. Este hecho dio lugar a movimientos sociales que defendía las costumbres típicas. Así, comenzaron a entregarse premios a aquellos falleros que creasen las escenificaciones más impresionantes. Esta competición desencadenó que los vecinos de la ciudad concursasen entre ellos ya no solo por realizar reivindicaciones sociales sino también buscando grandes cualidades estéticas.
Alojarse en Valencia permite disfrutar de una atmósfera especial. De esas que carga cada una de nuestras fiestas más típicas, pero donde todas ellas tienen algo único que las diferencia del resto. Las Fallas de Valencia de hoy en día siguen manteniendo ese espíritu tradicional y barroco, pero utilizando nuevos recursos como exposiciones y museos.
La sátira y el arte se unen para mostrarte algo maravilloso que tienes que ver al menos una vez en tu vida.