La influencia de la seda en la cultura y la historia valenciana es innegable, ya que desde finales de la Baja Edad Media, las actividades relacionadas con la manifactura de este material han sido muy importantes.
Si hablamos de la seda en Valencia, tenemos que remontarnos al siglo XIV, cuando esta ciudad se convirtió, de la mano de los comerciantes genoveses, en un importante punto de exportación de la seda granadina hacia el norte de Italia. Esto ocurrió después de que en Valencia ya llevaban años fabricándose tejidos de tradición islámica con la seda que llegaba desde Granada.
Gracias a las buenas comunicaciones y relaciones entre Génova y Valencia, esta última ciudad mejoró mucho su industria sedera en cuanto a tecnología se refiere y así fue como se creó el barrio de Velluters, un gremio que se fundó en el año 1479 y que rápidamente pasó a ser el oficio más importante de Valencia.
La época de máxima esplendor de Valencia
En cuanto a industria sedera se refiere, Valencia se convirtió a finales del siglo XVII en un importante centro, ya que hasta el momento Toledo había sido la ciudad más importante de España como productora de seda.
En el año 1686 el rey Carles II otorgó al gremio de velluteros el privilegio, de manera que se convirtió en el Colegio del Arte Mayor de la Seda. Gracias a la Ruta de la Seda se produjo también un importante comercio de otro tipo de productos, que llegaron a Valencia gracias al intercambio.
Es importante destacar que en la segunda mitad del siglo XVIII se concentraban en Valencia el 94 % de los casi 4000 telares que había en el Reino.
En definitiva, como has podido observar, la ruta de la seda fue fundamental para que Valencia se convirtiera en la ciudad que es hoy en día